Más de 100 tiendas de marcas de renombre, colección de restaurantes, aproximadamente 4000 residencias, un nuevo centro de invención artística, nueva línea de metro y mucho más. Es una maravilla tecnológica que combina el estilo con la sustentabilidad.

Por Redacción 

Nueva York, EU.- Se inauguró recientemente, en Manhattan el nuevo barrio Hudson Yards, con rascacielos, un centro de arte y tiendas de lujo, un modelo de innovación urbanística que enciende la controversia en un Nueva York en plena ebullición inmobiliaria. Se ha creado un nuevo modelo para el mundo, un barrio que apuesta por la sustentabilidad.

La gran escultura, la pieza central de los jardines de Hudson Yards y diseñada por el arquitecto británico Thomas Heatherwick, está formada por más de 2.500 peldaños distribuidos en 154 tramos de escaleras que se interconectan para formar decenas de miradores desde los que los visitantes podrán admirar la zona oeste de Manhattan.

Construcción de gran escala

Este proyecto inmobiliario privado es el más grande jamás realizado en Estados Unidos: Tras siete años de construcción y una inversión de 16,000 millones de dólares, los primeros habitantes del nuevo barrio, construido en un antiguo depósito ferroviario, ya pueden instalarse en lujosos apartamentos, cuyos precios ascienden hasta más de 30 millones de dólares.

Los desarrolladores del proyecto, Related Companies, indicaron que, una vez el proyecto sea finalizado por completo, contribuirá con casi $19,000 millones de dólares anuales al PIB de Nueva York y generará más de $500 millones de dólares en ingresos fiscales.

Durante mucho tiempo una tierra de nadie, este barrio, situado entre la 10ª avenida y la 12ª y entre las calles 30 y 34, fue inaugurado ante turistas y neoyorquinos en un nuevo homenaje a la verticalidad legendaria de la capital financiera estadounidense.

Los seis rascacielos de este proyecto impulsado desde el año 2000 por el exalcalde Michael Bloomberg fueron concebidos por prestigiosos arquitectos. Aunque ninguno bate un récord de altura, destacan por sus logros tecnológicos: el complejo tiene su propio sistema de tratamiento de desechos, su propia central eléctrica para evitar averías, y puertas subterráneas automáticas para proteger equipamientos sensibles frente a episodios de subida de las aguas debido al calentamiento climático.

Ambiciona ser el nuevo ícono neoyorquino

Más allá de la voluntad de recuperar el espacio en una ciudad de extrema densidad poblacional, el nuevo barrio pretende integrarse totalmente a la ciudad, explica Douglas Woodward, profesor de la escuela de arquitectura de la Universidad de Columbia que participa en el plan maestro del proyecto.

Además de torres residenciales y de oficinas -que acogerán a empresas como L’Oréal USA o WarnerMedia-, el complejo cuenta con unas 100 tiendas como Dior o Fendi, y 25 restaurantes de reputados chefs como el español José Andrés o Thomas Keller, un centro artístico, The Shed, que será inaugurado en abril, y un amplio espacio arbolado, subraya Woodward.

Contrariamente al barrio Canary Wharf, alejado del centro de Londres, o La Defensa, en el oeste de París, Hudson Yards está a apenas minutos de Times Square. Tiene su propia estación de metro abierta en 2015.