REVISTA TQV

La situación de las abejas es ya alarmante en EE.UU. y gran parte del mundo debido a la drástica reducción de sus poblaciones en los últimos años por la contaminación y el uso de insecticidas, por lo que la llegada de un depredador tan letal como el avispón asiático podría tener consecuencias devastadoras para la especie, cuya polinización resulta clave para el ecosistema.

Las “avispas asesinas” (Vespa mandarinia) miden unos cinco centímetros -son por tanto significativamente más grandes que las abejas y que la mayoría de avispas-, tienen grandes cabezas naranjas con enormes ojos y un abdomen rayado negro y amarillo.

Además de la amenaza que supone para las abejas locales, se calcula que el avispón asiático gigante es responsable de la muerte de hasta cincuenta personas cada año en Japón, de donde es originaria, ya que si un individuo recibe varias de sus tóxicas picadas, puede fallecer incluso sin tener alergia a estos insectos.

La Avispa puede llegar a medir hasta 7cm de largo, lo que la hace gigante a comparación de las abejas.

2019 EN EEUU

La “avispa asesina” fue detectada por primera vez en EE.UU. por el Departamento de Agricultura del estado de Washington en diciembre del año pasado, aunque su ciclo vital empieza en abril, cuando las avispas reinas salen de su hibernación, por lo que se entiende que la mayoría de los avistamientos estén ocurriendo estos días.

El momento de mayor peligrosidad de esta especie llega a finales del verano y en otoño, cuando las avispas salen a la caza de abejas para almacenar proteínas que alimenten durante la época de frío a las futuras reinas que saldrán cuando empiece un nuevo ciclo en abril.

El avispón asiático gigante es considerado una especie invasora por su potencial colonizador y por constituir una amenaza grave para las autóctonas, especialmente para las abejas melíferas, a las que ataca mortalmente en el caso de los adultos y devora a las larvas y ejemplares jóvenes.

LA «AVISPA ASESINA» SOLO BUSCA NUEVOS HOGARES

La mal llamada «Avispa Asesina» solo está en búsqueda de un nuevos climas para vivir, debido a al daño en su hábitat de origen.

Los entomólogos estadounidenses advierten que esta situación se podría complicar si se provocaran daños en las poblaciones de abejas, que son fundamentales para el funcionamiento general del ecosistema. Se trata de un insecto que se reproduce muy rápido y su tamaño puede ser de hasta 7 centímetros.

Como especie exótica invasora, su procedencia es de Asia y su conquista parece no tener fronteras. Aunque no se haya encontrado ningún ejemplar dentro de España, ya han saltado las alarmas para que no ocurra lo mismo que con la avispa velutina, que llegó a Europa de manera accidental en el año 2004 y actualmente se encuentra establecida y naturalizada.