Hace algunos días la SEMARNAT comunicó que el Lobo Mexicano, considerado extinto en su medio natural, había abandonado recientemente este estatus. Sin duda se trata de una gran noticia y esperanza para la biodiversidad del país.

Por su nombre científico, el Canis lupus baileyi, mejor conocido como Lobo Mexicano, es una de las cinco subespecies del lobo gris. Su hábitat se restringe a América del Norte y antes de su depredación abarcaba los estados de Sonora y Chihuahua, extendiéndose hasta el oeste de Texas, sur de Nuevo México y centro de Arizona. Pero desde la década de 1970, esta especie había sido declarada extinta debido a la caza indiscriminada y a la depredación de su hábitat.

La más reciente modificación en la Lista de especies en riesgo de la Norma Oficial Mexicana fue realizada el pasado 14 de noviembre. En ella el lobo gris mexicano abandonó la categoría de “Probablemente extinto en el medio silvestre”. Ahora, y después de muchos esfuerzos, esta especie paso a ser incluida en la categoría “en peligro de extinción”.

Aunque es un gran paso en la conservación de nuestra biodiversidad, aún falta mucho por hacer.