Esto en gran ayuda a su filial Moldex integrado por ingenieros mexicanos, que lidera el desarrollo y fabricación de los vehículos para la distribución de productos en el país, produciendo 1,000 unidades por año, suma que al 2024 logrará el objetivo de nuestro amigo Bimbo.

“Vemos a la energía y a los vehículos eléctricos como un destino. En términos generales, para 2030 habrá cambiado el modelo del parque vehicular de motores de combustión interna a eléctricos. Esta transformación nos preocupaba porque teníamos que empezar a renovar nuestra flota, a tiempo, con miles de unidades circulando todos los días. Buscamos que sea económicamente viable, por eso tomamos la delantera y, después de haber probado el modelo, podemos replicarlo con mayor facilidad”, explica Javier González Franco, director general de Grupo Bimbo.

A la par del cumplimiento de sus objetivos de negocio, Grupo Bimbo ha trazado un modelo de sustentabilidad para aprovechar las energías renovables, la reducción de su huella de carbono y para impulsar el desarrollo comunitario dentro de la organización. La meta fue el desarrollo de un motor específico para la carga diaria y autonomía, mediante del almacenamiento de electricidad en baterías, para cubrir las rutas de distribución en el país.

Esto sin duda la pone en la mira de los mexicanos y no solo eso si no en un top de empresas que apoyan y se integran con más responsabilidad, compromiso a mejorar las condiciones y herramientas que puedan aportar el freno del calentamiento global. Redacción: Estephania Prado Revista TQV.